Pertenecientes a la gama profesional de AKG, constituyen un auténtico descubrimiento para los amantes del sonido con mayúsculas en la intimidad. Además estos auriculares han sido galardonados como los Mejores de 2016 por la revista ON OFF, en modelos de alta gama.
Por qué hemos elegido para nuestro premio a los mejores auriculares un diseño pensado inicialmente para aplicaciones profesionales? Muy fácil: en primer lugar, porque los productos “pro” ofrecen una serie de ventajas que a priori pueden resultar altamente interesantes en aplicaciones “residenciales”, caso de la comodidad de uso y la fiabilidad. En segundo lugar, porque el modelo que hemos elegido está firmado por AKG, una marca con una trayectoria extremadamente fructífera en la que la política de “vasos comunicantes” entre los modelos profesionales y los domésticos de alto nivel ha sido una constante durante, por lo menos, las últimas tres décadas. Así llegamos a los K812, unos auriculares cuyo aspecto recuerda mucho más al de sus homólogos encuadrados en el High End más genuino que al de sus competidores directos. No en vano la condición de los K812 como nuevo buque insignia de la gama profesional de AKG obliga a sacrificar el característico punto de austeridad de los productos de la marca austriaca en favor de una estética que combina líneas muy elegantes con unos acabados lujosos que recuerdan más a lo que buscan los melómanos y audiófilos más exigentes que a lo que cabría esperar de un producto destinado a un uso intensivo.
Tecnología que se palpa. Si analizamos con detalle los K812, vemos enseguida que estamos ante un producto muy bien concebido en el que forma y función están íntimamente entrelazadas. De tipo circumaural abierto, los K812 destacan de inmediato por la calidad de su construcción, con detalles tales como el sistema de bisagras metálicas que unen los cascos propiamente dichos con el soporte del conjunto, una solución que permite ofrecer a partes iguales robustez física y comodidad de uso. Pero la clave de los K812 la encontramos sin duda en el espectacular transductor que incorporan, un diseño de tipo electrodinámico de última generación de
53 mm de diámetro que constituye el centro neurálgico de una estructura en la que, entre otros refinamientos, destaca un exclusivo sistema de control del flujo de aire que permite controlar el movimiento de la membrana en las condiciones de funcionamiento más exigentes. Del mencionado transductor hay que señalar asimismo que combina un diafragma ultraligero de material compuesto con una bobina móvil de doble capa y, sobre todo, un imán de nada menos 1’5 Teslas, cifra notabilísima para unos auriculares que tiene como ventaja directa el control absoluto del movimiento del diafragma en cuestión. A ello hay que sumar otras ventajas igualmente esenciales en unos auriculares, caso de una sensibilidad muy elevada y una impedancia lo suficientemente baja para garantizar una compatibilidad perfecta con la inmensa mayoría de fuentes de audio –dispositivos portátiles incluidos– disponibles en el mercado. Si a ello le añadimos una curva de respuesta en frecuencia que se extiende cómodamente hasta 54 kHz, llegamos a la fácil conclusión de que los K812 se adaptarán como anillo al dedo a las exigencias del audio digital de alta resolución.
Características
Configuración: circumaural abierto
Transductor: electrodinámico
Respuesta en frecuencia: 5-54.000 Hz
Sensibilidad: 110 dB
Impedancia: 36 ohmios
www.neotecnica.es
Precio: 1.499 euros