Potencia y control: made in USA

Arcam A49
Arcam A49

Lo veníamos advirtiendo durante los últimos meses. Cuidado con Arcam, la nueva generación de amplis apunta muy alto.

Ya habíamos tenido ocasión de probar el resto de la gama alta de la marca británica ria (A39, C49 y P49) y, por lo tanto, podíamos intuir las bondades de este nuevo integrado. Pero, con el A49, parece que Arcam ha dado en el clavo con un producto equilibrado en todos los sentidos (incluido el precio) y que lleva a su máximo rendimiento el concepto de clase G. En pocas palabras, el A49 entrega los primeros 50 W en pura clase A mientras que el resto de potencia está siempre disponible para activarse de forma instantánea. No deja de ser una «vuelta de tuerca» de la más empleada clase AB, pero que, a juzgar por los resultados funciona de forma impecable ofreciendo no solo el beneficio de una reserva de energía siempre lista para actuar (mayor dinámica) sino que es mucho más eficiente (menor calentamiento). El A49 ofrece un sonido plano y muy nivelado que moldea el relieve de las voces (por ejemplo, en un fado de Mariza) de una forma extraordinaria. La zona media es insuperable en aparatos por debajo de la decena de miles euros. Por su lado, los graves destacan por un control absoluto e implacable que domará a las cajas acústicas más alocadas. Las notas de contrabajo o guitarrones tienen la extensión y la duración justas. El amplificador ejerce una autoridad férrea sobre los woofers hasta el punto de casi corregir, por sí solo, los defectos acústicos de mi sala. El A49 es un maquinón imponente al que es casi imposible atribuirle ningún punto débil. Construye un sonido grande e impecablemente dimensionado que demanda que giremos el potenciómetro más y más…

Dinámica excepcional

El Arcam es un amplificador estrictamente neutro respecto al sonido de la grabación original. Incluso diría que suaviza las exageraciones de algunas grabaciones en ambos extremos del espectro sonoro. Quizá por eso, voces femeninas, instrumentos de viento o incluso pianos con gran protagonismo en la zona media se separan claramente del resto del acompañamiento adelantándose en la escena y ampliándola en profundidad, logrando un efecto tridimensional que otros aparatos no siempre consiguen. No obstante, la transparencia no es exagerada y el amplificador juega su mejor baza con esa dinámica excepcional que ataca con gran velocidad (percusiones secas y precisas). De todas maneras, lo mejor es el manejo de la música complicada (orquesta de Arturo O’Farrill): todo está en su sitio. Nada escapa a su control.

Características:

-Potencia: 200 W (8 Ω) – 400 W (4 Ω)

-Respuesta en frecuencia: 20 Hz – 20.000 Hz

-Relación señal/ruido: 105 dB (50 W, 1 V)

-Entradas: 6 RCA+1XLR+Phono

-Otros: salida auriculares (amp. dedicado)

-Peso y dimensiones: 19,7 Kg. – 433 x 425 x 171mm.

 

Por exagrama