Enosound 2017/Audio Club Premier:
un punto de partida elegante y diferente
Elegante y diferente… ¡por supuesto! Es lo mínimo que se puede decir de un evento que en cierto modo rompió esquemas pese a conectar dos universos de los que a nivel conceptual puede decirse que están fuertemente unidos: el de la Alta Fidelidad en su máxima expresión, y por lo tanto la música, y el vino.
No se trata de una idea rabiosamente innovadora, pero sí en lo que respecta a nuestro país. El por qué de esta feliz coincidencia hay que buscarla en la visión empresarial y el entusiasmo de Cayetano Castellano, Director de Exportación de la firma española Artesanía Audio y artífice de la excepcional expansión de una marca que ahora mismo es conocida y apreciada incluso en Japón. En este sentido, quienes suelan asistir al prestigioso certamen High End de Múnich recordarán sin duda la notable presencia de la marca fundada por José Luis Lafarga en algunas de las salas más espectaculares y, también los imaginativos anuncios dispuestos estratégicamente en los lavabos –de caballeros, por supuesto, porque, salvo poquísimas excepciones, el High End es cosa de hombres aquí y en el resto de la galaxia- del M.O.C., que es el recinto donde se celebra el evento. Fue el conocimiento simultáneo de los mundos del sonido de excepción y del vino, este último materializado en la región del Somontano (Huesca), que configura una de las regiones vinícolas jóvenes más prósperas de nuestro país, lo que animó a Cayetano Castellano a fundar la empresa Audio Club Premier, cuyo acto inaugural fueron precisamente las audiciones que protagonizan la presente reseña, celebradas los días 31 de marzo y 1 y 2 de abril en las despampanantes instalaciones de la Bodega Sommos con el tan oportuno como sugerente nombre de Enosound 2017, situada a unos pocos kilómetros de la bella y apacible localidad de Barbastro, capital de la citada región.
El objetivo: expandir el conocimiento del audio al máximo nivel
No hace falta decir que el High End ha sido siempre minoritario pese a que la música guste a todo el mundo. Pero lo grave es que, con el tiempo, también se ha vuelto endogámico –el cacareado “siempre los mismos”-, creando una especie de círculo vicioso que hay que romper. Y esto no es un problema exclusivo del mercado español puesto que en mayor o medida también afecta a países en los que hay proporcionalmente más afición por el sonido de excepción que en el nuestro. Sin embargo, lo que acabo de decir no quita que hay muchísima gente cultivada –y además de todos los estratos sociales- que simplemente ignora la existencia de “Ferraris” y “Lamborghinis” para escuchar música. Pues bien: esta es la idea que subyace detrás del Audio Club Premier, que combina la exclusividad inherente a una de las propuestas más atractivas ofrecidas por la antes mencionada Bodega Sommos a sus clientes más fieles con la posibilidad de “degustar” música con sonido al más alto nivel en el mismo espacio. Esto significa que en las salas habilitadas para los eventos relacionados con el Audio Club Premier habrá siempre “material” de alto nivel en demostración y que las sesiones de escucha como las que protagonizan la presente crónica se repetirán en el futuro. Otro punto fundamental a destacar es que con estas audiciones se dio el pistoletazo de salida a la importación en exclusiva para nuestro país, por parte del citado Audio Club Premier, de los sensacionales giradiscos de la firma japonesa TechDAS, situados por méritos propios en la cúspide mundial de las fuentes de audio analógicas. Al respecto vale la pena señalar que los citados giradiscos se demuestran en certámenes especializados de todo el mundo acompañados por bases dedicadas de Artesanía Audio, lo que por otro lado constituye un reconocimiento por todo lo alto de la excelsitud conceptual y técnica de los diseños de la marca española. Asimismo, a la citada actividad de importación se sumará una de distribución para Cataluña y Aragón de las marcas representadas en exclusiva para España por el importador portugués Ultimate Audio Elite, que por otro lado puso el grueso del material demostrado en Barbastro.
Gran calidad sonora y puesta en escena impecable en un espacio único
En la noticia que publicamos en su momento en www.tualtafidelidad.com se anunciaba la presencia de dos equipos, aunque al final fueron tres. No voy a marearles con la descripción de los mismos, aunque sí les diré que el tercero, es decir el “no anunciado”, estaba formado por electrónicas transistorizadas de última generación de la veteranísima firma japonesa Luxman (y, muy importante, fabricadas en Japón) y dos modelos de cajas acústicas de la suiza Boenicke Audio que se demostraban de manera alternativa. Mención especial merecen las ultracompactas W5, que con algunas grabaciones concretas hacían que el oyente dudara sobre la procedencia del sonido como consecuencia de una impactante respuesta en graves que en principio cabría asimilar a las columnas que tenían justo al lado. Entrando ya en materia, habría que destacar en primer lugar que, como no podía ser de otro modo, en Enosound 2017 hicieron acto de presencia algunos de los creadores del material expuesto, caso de José Luis Lafarga, “alma mater” de Artesanía Audio, y de Marc Gómez, el español afincado en Suecia a quien se debe el sensacional –amén de inaccesible- brazo de lectura SAT, considerado por miembros distinguidos de la prensa especializada mundial como el mejor producto de su clase disponible en el mercado y del que hablaremos en su momento.
DISFRUTA AQUÍ DE UNA GRAN CANTIDAD DE FOTOS DEL EVENTO
CON SU TEXTO EXPLICATIVO EN CADA UNA
Dicho lo anterior, ¿qué habría que destacar de las sesiones de escucha celebradas en el contexto de este Enosound 2017? En primer lugar que, cosas de la vida, el particularísimo diseño del edificio de la Bodega Sommos hizo que, por pura casualidad, la forma se pusiese al servicio de la función, hasta el punto de que la acústica de la sala –de nombre Sommos- donde se demostró el sistema “top” era –con la impagable ayuda de paneles absorbentes estratégicamente dispuestos- más que decente. En lo que respecta a la más convencional –y muy espaciosa- sala –de nombre Premier- que albergó a los dos equipos “secundarios” –aunque igualmente excelentes- hay que decir que se consiguieron unos buenos resultados gracias a la cuidada selección de los contenidos musicales utilizados. A nivel formal también es de ley destacar el perfeccionismo desplegado por el equipo de Ultimate Audio Elite a la hora de “presentar” sus equipos: todo impoluto, bien puesto, afinado hasta el milímetro… dicho de otro modo, perfectamente comparable -en ocasiones incluso superior- a lo que se puede ver en las exhibiciones más elitistas, a lo que hay que sumar una selección de piezas musicales –tanto en analógico como en digital- de altísimo nivel.
¿Y qué decir del sonido propiamente dicho? Para empezar, que el del equipo ”gordo” me pareció francamente bueno/muy bueno; en ocasiones incluso sensacional, y además tanto en analógico como en digital pese a que uno siente debilidad por los vinilos bien grabados y fabricados. La verdad es que tanto el giradiscos con sistema de succión del disco por bomba de vacío TechDAS Air Force III como el conjunto de lectura digital de referencia de la atemporal firma japonesa Accuphase (“asistida” por una unidad de almacenamiento externo con nada menos que 12 terabytes de capacidad) rindieron a un grandísimo nivel. Además, en el caso de la fuente analógica se podía elegir entre dos conjuntos brazo/cápsula, concretamente Kuzma/ZYX y SAT/Kiseki, lo que a efectos prácticos equivalía a tener dos fuentes diferentes. Me sorprendió agradablemente el sonido de las vanguardistas columnas Concentro de la alemana ELAC; de hecho, era la primera vez en mi vida que un producto de dicha marca sonaba, en mi opinión, realmente muy bien a todos los niveles, sin ninguna duda como consecuencia de una configuración electroacústica extraordinariamente cuidada que, por cierto, iba cogida de la mano con una construcción y un diseño industrial impolutos. Y también me gustó mucho ver en nuestro país el hipersofisticado previo de fono de la suiza CH, dotado de unas opciones de configuración y una operativa que cortan la respiración aunque personalmente sigo pensando que el ajuste a mano/oído acaba siendo el que marca verdaderas diferencias. Para mi gusto, la dinámica y la definición eran excelentes mientras que a la presentación espacial se le habría podido pedir un poco más. Quizá con algunas grabaciones muy concretas se percibían ciertas asperezas, lo que me lleva a recordar un comentario que hice a los organizadores del evento en el sentido de que se podría haber ganado un punto extra de calidez sustituyendo la etapa de potencia estereofónica empleada por dos modelos monofónicos en Clase A de la misma marca (caso de las imponentes A-200). Con respecto a los equipos “pequeños”, tanto el Gryphon como el Luxman/Boenicke me parecieron muy bien pensados aunque en este caso las dimensiones físicas y las condiciones acústicas de la sala obligaban a tener en todo momento bajo control el nivel de volumen. Aún así, la tímbrica era irreprochable en todos los casos, a la vez que el diseño y la construcción de los monitores Mojo S de Gryphon me parecieron absolutamente sensacionales.
A modo de conclusión
El viernes 31 de marzo podría haber venido más gente, cierto. Pero, por otro lado, hay que reconocer que durante “día fuerte”, es decir el sábado 1 de abril, el ambiente fue de lo más interesante. Y, además, las copas de vino blanco y tinto (uva Merlot en este caso) disponibles “non stop” durante este Enosound 2017 aportaban un “plus” lúdico extra a una experiencia dotada ya de por sí con una potente componente hedonística. Y también hay que tener en cuenta que era la primera vez, que el evento no se celebraba en una gran ciudad y que había que desplazarse expresamente. Desde luego, para mi gusto el viaje valió la pena, por lo que sólo me queda felicitar a Cayetano Castellano por su iniciativa y a Ultimate Audio Elite por su contribución a materializarla, amén que desear el mayor de los éxitos a Audio Club Premier.