POR ANTONIO MORENO
La revolución de los contenidos, que también pueden ser de audio como conciertos en directo etc.
Andaba yo tan confiado en que lo sabía todo o casi todo sobre contenidos audiovisuales, cuando me di de bruces con una realidad que desconocía y que me ha introducido en un excitante universo de nuevos contenidos. Quien tenga hijos “teenagers” quizás ya se ha percatado de las muchas horas que se pueden pasar frente al ordenador asistiendo como espectadores a las llamadas “Ligas de Deportes Electrónicos”. Que no son sino competiciones de videojuegos en las que se enfrentan dos equipos entre sí, y que se transmiten en directo por streaming a través de plataformas especializadas, como Twitch o, en menor medida, Youtube.
Estas competiciones tienen una organización muy compleja, muy parecida a la de los deportes de masas más conocidos. Y mueven una cantidad de espectadores espectacular, además de mucho dinero en forma de premios, provenientes sobre todo de patrocinadores. Este universo lúdico on line ha hecho que surja una nueva especie de productor de contenidos de lo más original. Se trata de los denominados “youtubers”, personas muy jóvenes que viven de subir videos a YouTube. Los contenidos pueden ser de cualquier tipo, pero son especialmente populares los que suben, simplemente, sus partidas de videojuegos.
Los canales de los youtubers más famosos tienen cifras de subscriptores de escándalo, llegando a los 28 millones el que ocupa la primera posición del ranking. Este mismo personaje, que se dedica a subir a Youtube sus partidas de videojuegos, acumula un total de 4.800 millones de reproducciones en sus videos. Y sus ganancias se estiman entre 150.000 y 1,5 millones de euros mensuales. Espectacular, no?. Naturalmente, para tener tal cantidad de seguidores y visualizaciones, la temática, estilo y lenguaje de los youtubers ha de ser tremendamente popular. Y esto significa también que hay un filón, o muchos, por descubrir en el tema de los contenidos on line. Y un cambio en los gustos y formas de ver televisión que se está gestando en las generaciones que nos siguen, y que seguramente va a hacer que el modelo de televisión cambie radicalmente en el futuro.
En la actualidad, en España, todo el negocio de la televisión está concentrada en dos grupos empresariales. Para los que solo hacen uso del televisor de forma convencional, el negocio parece no haber cambiado. Pero cuando leemos cifras como las indicadas anteriormente, vemos que no todo se acaba en la televisión de siempre. Las ganancias y el número de seguidores de los youtubers son espectaculares. Y estos personajes, que en muchos casos se han convertido en estrellas equiparables a las de otros ámbitos, dominan un nuevo lenguaje audiovisual de forma pasmosa. Con frecuencia, sus producciones son calificadas de tonterías o chorradas que atraen inexplicablemente a un público determinado. Pero vistas con detalle, muchas veces denotan un dominio del lenguaje audiovisual y de las técnicas de edición y postproducción pasmosas. Y lo que es más importante, lo hacen con una naturalidad innata, propia de una generación que domina las técnicas y los medios digitales con maestría y sin complejos. Un nuevo lenguaje impuesto por nuevos medios: Internet, el móvil, la tableta, el ordenador.
Un dato que confirma que estas nuevas formas de crear contenidos están abocadas al éxito es el de la publicidad destinada a los canales de televisión convencionales, que disminuye sin pausa mientras aumenta la que se destina a los medios on line. Esto es algo que debería hacer pensar seriamente a los creadores audiovisuales y destinar sus recursos al nuevo lenguaje impuesto por nuevos medios: Internet, el móvil, la tableta y el ordenador. Los expertos ya hablan de que los contenidos, las narrativas del futuro, han de ser transmedia. Un término muy de moda, pero todavía por definir de forma inequívoca, y objeto de estudio académico. Los youtubers no saben de teorías ni de métodos de estudio de medios, pero los dominan de forma innata de una manera espectacular. Este fenómeno empieza a estar en la diana de algunos grupos mediáticos. El último evento producido en España al escribir estas letras ha estado patrocinado por Mediaset, aunque limitándolo a sus canales on line.